Tuvimos una estancia maravillosa en Posada Sancris. Ernesto y Ofelia son unos anfitriones increíbles, siempre dispuestos a ayudar. Las habitaciones son cómodas y están muy limpias, con la mejor cama que he probado en México. disfrutamos de un delicioso desayuno en su jardín.

No hubo aspectos negativos significativos.

ideal para paseos y visitas a sitios históricos y culturales

Me sentí muy a gusto en este lugar, donde las habitaciones eran limpias y cómodas, además, está a menos de 10 minutos a pie del Templo de Santo Domingo y de El Mercadito, perfectos para disfrutar de mis paseos por la ciudad. los dueños son muy amables y atentos, siempre dispuestos a ayudarte en lo que necesites, lo que hace que la experiencia sea aún mejor.

Me enamoré de las chuletas en El Cipres, ¡deliciosas! Además, el ambiente acogedor de la Posada Sancris y las camas cómodas me hicieron sentir como en casa. Ojalá hubiéramos podido quedarnos más tiempo para explorar más delicias cercanas como El Mercadito y La Alpujarra.

Aunque el lugar estuvo un poco vacío y se escuchaba todo, hasta el crujir de una bolsa de papas, aún así todo brillaba con la atención de Don Ernesto y su esposa, y un exquisito desayuno en su jardín.

No me gustó nada, son groseros.

Habitaciones limpias, ubicación a 1 km del centro, amplio espacio para moverse.

Además, los ruidos mañaneros y la escasa atención en la limpieza fueron decepcionantes.

Habitaciones limpias y cómodas, con un ambiente acogedor.

Fue una experiencia frustrante desde el principio. Al llegar, la anfitriona me dijo que no habían habitaciones disponibles a pesar de tener una reserva confirmada. Pasé más de una hora intentando comunicarme con ellos y al final me dijeron que tenía que buscar otro lugar para dormir. Esto resultó muy estresante, especialmente porque llegué con mi hijo pequeño y fue difícil encontrar un nuevo hospedaje a esa hora.

El lugar tiene un ambiente acogedor y

los dueños son muy amables y siempre dispuestos a ayudar. Las habitaciones son limpias y cómodas, aunque el acceso a la cocina puede ser algo limitado. El desayuno es básico pero suficiente para empezar el día. El WiFi funcionó bien la mayor parte del tiempo, pero un día hubo cortes.

Pagué por un consumo que no realicé.

Inmejorable atención y camas súper cómodas. La habitación era grande y muy limpia, definitivamente una de las mejores experiencias en México. Don Ernesto y su esposa te hacen sentir como en casa. Ojalá hubiera podido quedarme más tiempo.

Puedo recomendar este hotel a todos for un corto viaje de fin de semana,

Cómodas habitaciones, excelente servicio, delicioso desayuno, fueron solo algunos de los aspectos destacados de mi estancia, donde disfruté de una cama cómoda y un desayuno con fruta variada y café delicioso, además de contar con WiFi gratuito que funcionó perfectamente durante mi visita.

Todo ha sido de primera.

Las habitaciones eran cómodas, aunque el WiFi fue muy malo.

Ubicación muy buena, a solo cinco minutos del centro. Habitaciones limpias y cómodas, con el toque amable de sus dueños, siempre listos para ayudar. El desayuno es básico pero suficiente para comenzar el día. Un lugar tranquilo para descansar después de andar.

Recomiendo para quienes buscan buena atención

Las camas fueron las más cómodas que probé en México, lo que hizo que descansar después del día fuera increíble. Además, doña Ofelia se levantaba temprano para preparar el desayuno, que además de delicioso, parecía que lo hacía con todo su cariño.

No fue barato, pero aceptable.

El lugar tiene una buena ubicación y la limpieza de las habitaciones es destacable. Sin embargo, el agua caliente fue un problema constante y las cortinas no bloqueaban bien la luz, haciendo que dormir fuese complicado. Además, el servicio al cliente dejó mucho que desear, con falta de atención y muy poca disponibilidad para resolver problemas. No se cambiaron las toallas durante la estancia y la conexión WiFi fue deficiente, lo que afectó la experiencia en general.

El lugar es acogedor y muy limpio, con un desayuno delicioso que incluye café y fruta variada. Don Ernesto y doña Ofelia son unos anfitriones excepcionales, siempre dispuestos a ayudar y resolver cualquier duda.

Sin embargo, la habitación era un poco pequeña y se escuchaba bastante ruido de las habitaciones vecinas, lo que afectó el descanso. Además, el acceso a agua caliente fue inconsistente durante mi estancia.